miércoles, 5 de octubre de 2011

Tormenta


Abrí la ventana demasiado pronto,

y había comenzado la tormenta.

Apenas me dio tiempo a retirar la cortina

y su sombra ya aparecía entre las gotas de lluvia.



Cerré el pestillo

pero ya era demasiado tarde.

Su olor había quedado dentro.

3 comentarios:

  1. ¡Qué belleza!

    A veces hay tormentas que sólo se debaten en el interior de cada ser humano.


    Mario, aunque pueda dolernos, siempre es hermoso quedarnos con el perfume.


    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Joer tio, mazo molón lo que escribes,se me pone la piel de pollo. Que chulo eso de abrir y cerrar la ventana, pero bueno, aunque no lo entiendo bien,hay que mirar bien al cielo como algun colgao que anda por ahi suelo, y asi sabrias cuándo va a llover.
    Y lo del olor, joer que tierno tio, me has dejao aplanao, mas aplanao que un sandwich, y mira, que los sandwiches son planos. Y hablando de olor, ya te contaré lo que me pasó un dia por envolver un sandwich.....

    ResponderEliminar