Ceguera
>> jueves, 31 de enero de 2008
como las palabras matan.
Esas palabras eran demasiado peligrosas,
y más en un hombre confiado
que las amaba por encima de todo.
Momento de solaz
aún hoy con tu encuentro,
cegado por la mentira convertida en realidad,
mi mentira,
aunque para mí, en la lejanía,
siga el suave rasgueo de una guitarra.
Tengo el corazón desde entonces mutilado;
aún hoy, me perturbas.