He labrado mi jardín
>> lunes, 23 de febrero de 2009
Foto: Hisae&Jero
He labrado mi jardín.
Le quité todas las malas hierbas que me acuciaban
y planté las flores de las palabras que me regalaste
en el arriate del centro de mi espacio,
rodeado de un césped multicolor recién regado.
Me susurras aromas
incluso en noches de viento cálido sin olor.
En aquel tiempo, sabía leer entre líneas.
Tornami a mente il dí che la battaglia
d´amor sentii la prima volta, e dissi:
oimè, se quest´è amor, com´ei travaglia.
Che gli occhi al suol tuttora intenti e fissi,
io mirava colei ch´a questo core
primiera il varco ed innocente aprissi.*
Tu amor me daba vértigo
cada vez que lo definía como sensación física.
Lamerte era probar tu sabor
si acaso tu sudor era jugo de pétalos.
La dolorosa ansia de poseerte crecía.
Me mirabas mientras tu sombra permanecía recostada
del árbol más viejo del jardín.
La claridad con que veía tu silueta,
calcada en el agua de la fuente,
me provocaba las ganas de desnudarme ante la nada.
Llorar,
hubiera sido lo fácil.
Amarte,
sentido común.
Buscarte, todo un reto.
Trepé entonces hacia los balcones del cielo
esperando ver reverdecer mis esperanzas.
* (Vuelve a mi mente el día que la batalla
de amor sentí por vez primera, y dije:
¡ay, si esto es amor, cómo atormenta!
Que con los ojos en el suelo siempre absortos y fijos
yo contemplaba aquella que a este corazón
abrí primero la puerta sin saberlo
EL PRIMER AMOR – Giacomo Leopardo)