¿Y por qué llorar?

>> domingo, 4 de abril de 2010


Comparo mis letras escritas

con la lluvia de lágrimas vertidas.



Deseo dormir sin llorar.



¿Por qué llorar por la tristeza,

ésta, que se niega a abandonarme?



Mientras me trago mis propias lágrimas

y exhalo sonrisas para perderme en el día,

es el maldito silencio

el que me recuerda asiduamente que sufro.



¿y por qué llorar si he de morir tan callado?



Hoy, me dejaría arrastrar por la brisa

y volaría a lo más alto de otra vida

que me diera concesiones

y valor para nacer de nuevo.



Grito, si acaso es Resurrección,

mientras se acallan las lágrimas del luto.

Y si nazco

quiero ser flor,

para que me quieran

por mi olor y por mi color,

y si muero,

que me porten en andas de plata

y ¿por qué llorar por las lágrimas ya vertidas?





8 comentarios amigos:

Anónimo 4 de abril de 2010, 20:32  

Habrá que pasar por el ritual del descondicionamiento si se quiere seguir en la primavera del vivir. Y el proceso no es de una vez para siempre. La próxima primavera volverá la serpiente a cambiar de piel para seguir creciendo, para seguir viviendo.
Un abrazo
Franc.

Alfonso Saborido 4 de abril de 2010, 23:24  

Hay que llorar , porque hay que llorar y sobre todo porque me dan mucho miedo la gente que no llora.

TORO SALVAJE 5 de abril de 2010, 9:15  

No hay respuesta.
Ni consejo.
A veces viene con el pack genético.
Es una forma de sentir la vida que no tiene mucha gente.

Saludos.

Anónimo 5 de abril de 2010, 17:25  

Coeur, a mí me gusta pensar que podemos resucitar todos los días al despertar. No siempre es así, pero es una especie de promesa que se queda bailando en el aire mientras nos vamos quedando dormidicos.

Laura Herrera 6 de abril de 2010, 10:32  

Bellas palabras y bello el blog, lo seguiré con tiempo, merece la pena. Un abrazo desde Cadiz.

Anna 6 de abril de 2010, 21:49  

¿Morir? ¿por qué? si cada vez que escribes nos das vida.

El silencio siempre es, un paréntesis del dolor, recíbele como a un invitado; tú, eres el anfitrión.

Me gusta perderme entre tus versos, y además, te quiero, mi dulce Mario.

DINOBAT 7 de abril de 2010, 18:04  

El silencio nunca te traicionará...

Condevolney 8 de abril de 2010, 6:45  

Feliz por estar en casa mi querido amigo.
Tú sabes que el silencio es el lenguaje de las cosas, recuerdo que los poetas no lloran, diluvian y es bueno para el mar que somos, así que basta de lamentaciones, levántate y anda......
Hazlo de una vez!!! No atreverse puede ser mucho más dañino que atreverse y equivocarte...... esto último al menos les da a los demás motivo para perdonar, lo primero no les da nada.
Con la esperanza de que seas muy feliz y el deseo colgando de tú sonrisa, te abrazo con beso inasible, de hermano, déjate vivir.

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