Por estúpido de mí

>> sábado, 11 de octubre de 2014


No me sirven tres
si ya me diste antes dos y me los quitaste,
no me tientes si después marchas a escondidas
cuando te protege la noche,
no me robes más lágrimas bebiéndolas sin reproches
y sabiendo que te pediré cuentas si regresas.

Cuando llegue la noche y mis ojos estén obligados a cerrarse,
sal sin temer al frío
y ódiame cuando llegues a destino
pues no querré conocer tu paradero
ni rezaré por tu vuelta.
¡Esta vez no!
Tabicaré mi puerta con amantes
para que no entres
y así poder llorar tal plañidera.
Y si llega el día de antojo
amaré a putas que deseen sólo mi cariño
y las noches no serán más cárceles
y mi cárcel no sea mi muerte,
pues amarte ya sabes que lo hice
pero el amor muere con la indiferencia
y las niñas de mis ojos pudieran dejar de llorar
y el amor naufraga
y ya no siento.
Por ti,
por estúpido de mí.



©Hisae 2014


1 comentarios amigos:

© José A. Socorro-Noray 12 de octubre de 2014, 15:34  

La noche, querido amigo, sea como sea, siempre es una cárcel.

Un abrazo fuerte.

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