Espasmos
>> miércoles, 1 de julio de 2009
pero me cegaba la ausencia de tu mirada.
Distraías tus ojos en aquello que me quemaba.
Espasmos
Y grité de pronto: ¡Fuera!
No soportaba esa pena.
Dejarme las cuencas vacías
no poblaba de alegría mis espacios.
Quise morir por no tenerte,
tenerte hubiera sido también muerte.
Si acaso encontrara el consuelo en mi ignorancia,
o calles desiertas al paso de mi desgracia.
¡Quémame! si acaso fuego hayases.
Anduve solo, ¿qué más da una gota nueva de esperanza?
8 comentarios amigos:
El fuego siempre es necesario
para volver a brotar con fuerza.
Excelente el cuadro de Bell que has elegido.
Un abrazo
Tú no puedes encontrar respuestas en tu ignorancia, porque ésta nace de todo aquello que no recibe tu alma, y tú la tienes plena.
De nada sirve el sacrificio de las cuencas vacías, cuando sabemos que la ausencia es lo que nos espera cuando están llenas.
Te quiero mi dulce Mario.
Quise morir por no tenerte,
tenerte hubiera sido también muerte.
Yo viví una vez eso.
Que la espereanza sea parte del futuro...no su verdugo!
Buen finde.
Buenfinde.
Saludos conversos.
esperanza? queda poco en el almacén...
aunque siempre nos guardamos alguna los Poetas.
abrazo salado.
Espasmos es lo anida en mi ceguera suicida al beber tu extremaunción.
Eres piel de verso en carne viva, un Haiku sin medida:
“Quise ver de nuevo tus ojos,
pero me cegaba la ausencia
de tu mirada.”
Como creador que eres, siempre vives en una muerte constante, aun siendo digno testigo del paso de las desgracias (paso que tiene lugar entre la calle Sierpes y la Luna de Sevilla el jueves santo de cualquier Dios cansado de alumbrarnos y no haber sido capaz de iluminar nuestra ceguera)
Designios de poeta, por mi parte, brazos (amigos) para abrazos.
El amor muchas veces es demasiado testarudo.
Abrazo.
José Roberto Coppola
Espasmos de fuego,
la ignorancia por consuelo,
muerte que nos trae la vida
sea, acaso, bienvenida...
Bezos.
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