Enmiendas y remedios
>> domingo, 9 de agosto de 2009
Dos enmiendas.
Tres dolores de corazón
cuando la ignorancia es tan larga
como los horizontes de una vida.
Dos lágrimas, sólo dos,
como mares que ahogan fantasías.
Calles oscuras sin juegos de sombras,
figura ausente,
sentada sobre el bordillo de una acera,
pensándote,
seguramente doliéndote,
al igual que tú le doliste antes
después del segundo encuentro.
Dos remedios.
Ninguno permitido por su corazón.
Tres abanicos que calmaron
el sudor de su desgana.
7 comentarios amigos:
Dos lágrimas como mares... a veces no sirve llorar tanto. YO sólo me fijo en la primera lágrima y si es única, me hace pensar mucho.
Maravilloso, sin palabras.-
ME ha encantado como casi todo lo que haces
Mario, hacía bastante tiempo que no pasaba a visitarte y veo que la calidad y la sensibilidad de tus palabras, no han cambiado, sino que se han enriquecido. Un afectuoso saludo.
Omar
"Dos remedios.
Ninguno permitido por su corazón."
sometime el corazon no nos deja olvidar!
Muy lindas tus palabras
Te sigo!
La ignorancia es bondadosa, por eso es infinita.
Un abrazo.
José Roberto Coppola
Es una auténtica joya poética. Te felicito.
Un abrazo
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