Mi vida sin ti
>> martes, 30 de noviembre de 2010
Mi vida se abre contigo,
comparto sueños,
pensamientos...
No cabe en una sola alma, un único dios...
Y por ello necesito un aliento tuyo,
para agrandar ese hueco que para ti poseo...
Eres sangre de mi corazón,
inmensidad y lejanía en mis noches.
Necesito ese calor que me prenda y me haga sentir menos solo.
Contigo celebro tanto las mañanas como las noches. El día.
Al fin y al cabo, tú eres ahora mi instante.
Naciste para ser mi cielo azul de madrugada,
esa taza de café humeante,
ese cigarrillo mal apagado,
los pasos perdidos en las calles viendo rostros que no son míos.
Que no son tuyos...
Dame ese calor, mi vida.
Dame ese grito que haya de salir de mi boca para no ahogarme.
Hazme sentir que nací para algo,
para tenerte,
para, ...
al menos...
...al menos,
déjame besarte...
5 comentarios amigos:
Una maravilla, ante estas palabras yo me quedé sin ninguna!!!
¡Bellísimo!
Compartir sueños,
pensamientos...
es si acaso compartir la propia vida.
Tu poesía es inmensa, cala el alma, es pura belleza.
Un fuerte abrazo.
Precioso.
Mi corazón siempre está muy cerca del tuyo, en mi tic rítmico a tu tac inconsciente. Sístole y diástole de días salvados por la luna. Luz a veces amarga empañada de lágrimas inquietas, que me aturden, envenenan, y me confunden con la luz. Como tal te siento, resplandor de energía que siempre te intuye al final del horizonte de cada día, de cada instante.
Míos son tus besos.
Señor Hisae, que puedo decirle... me ha fascinado, un beso enorme...
Estoy de vuelta en esto de blogger.
Publicar un comentario