María Magdalena
>> lunes, 26 de marzo de 2018
deseada y endemoniada,
-no olvidemos que Cristo echó fuera siete demonios de ella-
y finalmente santa.
La puta Magdalena -la santa Magdalena-
dejó el Calvario para comprar un perfume,
no para ella,
sino con el fin de preparar el cuerpo de Cristo tras su calvario.
Así se hacen los santos,
así era María Magdalena.
¿Y qué fue de María Magdalena,
si cuentan que tuvo hasta siete hijos con el nazareno,
-si acaso eran de él,
por lo de puta, digo-?
Es María Magdalena santa de altar,
o santa en su casa,
bien vista y protagonista
de tantos versículos escritos
pero no alzada jamás en las andas de Semana Santa.
Buena María Magdalena,
santa ella, puta también,
pero querida
venerada y siempre recordada
más en Cuaresma,
por lo del ayuno, también digo.
©Hisae
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