Allí estabas de frente esa tarde

>> domingo, 24 de mayo de 2009

Leí que el futuro nos daba la espalda

cuando aún me nutría de sombras.

¡Canalla!

Amanecía cada día.

aunque no por ello se perdía la noche.

Quedaba ésta en algunos de los rincones de los sueños,

para volver a divagar cuando muriera la luz del sol.

Y allí estabas de frente esa tarde,

confirmando que fue el pasado quien nos traicionó

y sabiendo que tendríamos al fin un futuro.

Mis manos manchadas de tierra,

tus ojos mojados,

nuestro colchón transformado en barro.

No con llantos ni ternura vencimos.

Un beso precipitado,

presentido y deseado.



Y allí estabas de frente esa tarde

sabiendo de la lejanía de tus abrazos

a pesar de la distancia corta de tu mirada,

pero aprendiendo a saber que era por siempre

aunque tuviera que vivir todas las vidas

sin alterar las morriñas de tu nostalgia.





8 comentarios amigos:

© José A. Socorro-Noray 24 de mayo de 2009, 19:46  

"Mis manos manchadas de tierra,
tus ojos mojados,
nuestro colchón transformado en barro"

¡Qué belleza!

El tálamo convertido en barro
donde germina la luz
de las pupilas de la noche
para alumbrar el futuro
mientras dura esta ausencia.

Un fuerte abrazo

Terapia de piso 24 de mayo de 2009, 20:02  

Las distancias que no se pueden medir...

José Roberto Coppola

Markesa Merteuil 24 de mayo de 2009, 20:36  

Qué cerca y qué lejos.

Alfonso Saborido 24 de mayo de 2009, 23:25  

¡Estar cerca estando lejos! ¡Qué arte!!

Anna 25 de mayo de 2009, 5:54  

Acabo de leerte, asi me acompañas en este nuevo lunes.

Está llena de imágenes tu poesía, lo recreaba mientras leía.

Un abrazo lejano a pesar de la cercanía de la mirada...

Miles, mi dulce Mario

Anónimo 25 de mayo de 2009, 7:44  

Y allí estabas de frente esa tarde

sabiendo de la lejanía de tus abrazos

a pesar de la distancia corta de tu mirada,

pero aprendiendo a saber que era por siempre

aunque tuviera que vivir todas las vidas

sin alterar las morriñas de tu nostalgia.


Me gusto todo el poema, pero eso me llego directo a mi neurona que tiene nombre y apellido.

besos hisae

Unknown 26 de mayo de 2009, 22:49  

y la sombrafobia, a veces duele y no nutre nada, nada, nadita.

Cemanaca 27 de mayo de 2009, 13:14  

Aprendiendo y sliendo del fango...
solo mentes expuestas a la luz lo logran... tú por ejemplo.

Saludos conversos.

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