Perdido
>> domingo, 14 de marzo de 2010
Lo bueno de perderse, es la seguridad que siempre encontraré algún camino. Un camino que quizá no me lleve a donde deseo, pero que desearé por siempre haber llegado a través del camino que encontré.
Y allí, podría encontrar cosas realmente asombrosas. Tal vez estés tú esperando la ocasión para decirme, que llegué con retraso, que encuentras mi boca pintada de cal o que te acompañe y descendamos juntos los escalones para ver el amarillo de un sol gigante. Allí me podrías narrar la noche que pasaste pensándome, como la nieve llegó a sepultar los terrores que te inquietaban, y llegaste a confundir los alaridos que aclamaban al cielo por los aullidos de lobos. Y es que la noche puede ser larga y oscura si no estamos juntos. Y es que las sombras también existen en la noche a pesar de que el sol haya muerto.
Una vez allí, en ese camino acertado que encontré por perderme, entre los dos y tumbados en la arena, sembremos nuestra historia de amor. Y no hacen falta más gritos para decirme que es demasiado pronto para creer, para sentir. Gritas que soy tu dios en quien confiar. Se acabó amarse desde lejos. Ahora, te amaré hasta que vuelva a verte.
5 comentarios amigos:
La noche es larga y oscura,
poblada de sombras
que habitan nuestras retinas,
y los nuevo caminos se abren paso
en mitad de la nada
para trenzar el destino...
aunque éste quede demasiado lejano.
Un abrazo
Que belleza,siempre me dejas sorprendido.
Besos
"Y es que las sombras también existen en la noche a pesar de que el sol haya muerto"
Me quedo con tu frase, me quedo.
Un abrazote, Hisae.
José Roberto Coppola
Queridisimo Marito, tanto tiempo, muy buen post, Perdido, que palabra... Me fascinaron las ultimas frases, "Se acabó amarse desde lejos. Ahora, te amaré hasta que vuelva a verte." me hizo acordar a quellos tiempos en que teniamos amores a la distancia y aplicabamos ese dicho que decia, una gaviota no hace verano...
Bueno querido amigo, te invito a que pases por Proyectogrullas.blogspot.com y leas algunos de los relatos.
Un afectuoso saludo desde la soleada y primavweral madrid
Omar
Por fin el encuentro. Con ser un simple grano de esa arena, testigo mudo, de ese amor, sería suficiente para ser afortunado de haber vivido.
Publicar un comentario