Hay tanta soledad en las trincheras...
>> domingo, 9 de mayo de 2010
Hay tanta soledad en las trincheras…
Con silencio, las noches me parecieron más oscuras, las esquinas más anchas, las palabras más parcas. La luna aquella noche no quiso aparecer. Y yo… y yo ansiaba la humedad de un pañuelo mojado por mis lágrimas.
Supe que no amaba, cuando el pañuelo permaneció seco toda aquella noche. Supe que no amaba, cuando al final, me rindió el sueño. Supe que no amaba, cuando en éstos amanecían una y otra vez las primaveras.
Encallecieron mis labios no por besos, sino por silencios. Perdí la cuenta de las horas marcadas en los relojes de mi cuerpo.
5 comentarios amigos:
Encallecieron mis labios no por besos, sino por silencios. Sublime.
¡Qué belleza de poema!
La palabra es un faro
que alumbra los labios en la noche.
Es un lujo poder leerte.
Un fuerte abrazo.
A esa soledad es a la que más temo.
Saludos.
Desde luego, si uno no ama...está seco :(
Marito, es tan tuyo, no lo podes negar, lleva tu sello, cada palabra, cada frase. excelente!
Un saludo
Omar
No voy a hacer comentarios. No estarían a la altura.
Publicar un comentario