He doblado esquinas pisando charcos,
he quemado casas y asesinado perros,
divisé tan de cerca la guadaña de mi futuro más próximo
que llegé a temblar.
Amisté con botellas y polvos blancos
que me transportaban a cielos inciertos,
donde los ángeles aparcaban sus liras
y fornicábamos con lujuria.
Ahora reposo en un cuarto blanco
con cortinas blancas y blancas batas.
Oigo y callo,
y las gomas atragantan mis sueños.
Cuentan que son mis últimas horas.
¿Horas, para qué? -me pregunto.
Hoy te escribo mis ultimos versos,
aquellos que nunca pude recitar en palabras
pero que siempre imaginé que escuchabas.
Hoy te extraño como si alguna vez te hubiera tenido
y sólo lamento el haber buscado amigos
en aquellos otros sótanos oscuros, cargados de humedad y de lamentos.
Nunca fui valiente y por ello,
hoy cuentan,
dicen,
que son mis últimas horas.
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6 comentarios amigos:
Es un placer leer tus bellos versos.
Tú escribes tus últimos versos (espero que no sea cierto)
y yo dejo de ser poeta.
¡Coincidencias!
Es un placer leerte.
Un fuerte abrazo
Cuentan dicen que somos muertos con permiso, aunque no sé de qué.
Seducido por tus versos solo te pido que avises, yo me voy contigo....
Avísame con tus últimas horas, para no tener tiempo de recoger mis brazos, ni mis pies de repuesto ni mis ojos de gaviota enfadada, no quiero llevar nada, seremos como somos, amigos.
Un apretujao Brazo, esta vez con la prístina "A".
Si alguien asesina perros, no es extraño que esté en sus últimas horas :)
Brillante MArito!! muy bueno, un tanto oscuro para mi gusto, pero tengo que reconocer que excelente. LA frase; "divisé tan de cerca la guadaña de mi futuro más próximo
que llegé a temblar."
Un afectuoso saludo desde la "calórica" MAdrid.
Omar
Blanco inmaculado que tendrás que decorar... Lienzo a punto para de pinceladas un nuevo futuro diseñar... Últimos segundos, reflexivos, antes de empezar de nuevo a caminar...
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