Te llaman la puta del barrio
porque descansas entre las sábanas de aquellos que
pensaron que podrían ofrecerte más que un sueño
y te regodeas ante el espejo
como si tu imagen fuera mi sombra que te mira,
mientras ocultas tu feo cuerpo entre los besos de otro
y sientes de reojo mi desconcierto.
Hueles a cabello quemado
por el humo que te envuelve durante las noches de bares y
plena oscuridad
tratando de engañar a la muerte
y provocando en mí desasosiego.
Bienvenida al teatro de tus sueños, amiga.
Tú,
protagonista de las manos de tantos,
hurgando en carteras tras flujos vaginales,
ignoras mis llamadas
y el vacío que quedó en nuestra cama.
Y te llaman la puta del barrio
al cruzar las aceras con el carmín corrido por tu rostro,
perdiendo los besos
como quien pierde el tiempo en ir a misa.
Y cuando amanece
te dejan acompañada, sola, con un café en el único bar
abierto,
sola,
sin saber si acaso ya es lunes.
Sola.
Te observo a través de las cortinas al llegar
cómo mueres a cuentagotas
y envejece tu piel por dos.
La única felicidad que conociste
se difuminó aquella mañana en un rápido adiós
mientras esta noche
volverás a ser la puta del barrio.
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1 comentarios amigos:
Dinero por esperma...
Aún.
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