Lágrimas
>> martes, 7 de agosto de 2007
Rendido, mirando al cielo,
y no hay cielo,
percibo mojado mi cuerpo
asediado por unas lágrimas
que fluyen de lo que dicen son mis ojos,
mas creo que no son míos.
Sospecho el temporal,
insto a mi fortaleza,
pero ahora es pereza,
y yo soy mármol,
estoy solo,
ahogado,
ajusticiador destino.
Y mientras,
cincelo el cielo de mi deseo
para la tarea de los amaneceres,
sagaz noche cómplice,
que quiebra presas
para secar ríos de lágrimas;
y mañana nuevamente esperaré
el perpetuo manojo de colores,
deseos,
seductor día,
que me aliente a crear sonrisas.
y no hay cielo,
percibo mojado mi cuerpo
asediado por unas lágrimas
que fluyen de lo que dicen son mis ojos,
mas creo que no son míos.
Sospecho el temporal,
insto a mi fortaleza,
pero ahora es pereza,
y yo soy mármol,
estoy solo,
ahogado,
ajusticiador destino.
Y mientras,
cincelo el cielo de mi deseo
para la tarea de los amaneceres,
sagaz noche cómplice,
que quiebra presas
para secar ríos de lágrimas;
y mañana nuevamente esperaré
el perpetuo manojo de colores,
deseos,
seductor día,
que me aliente a crear sonrisas.
2 comentarios amigos:
En absoluto quiero que te encuentres solo en esos temas, estoy contigo, en realidad creo que siempre lo estuve, pero el tiempo es así de caprichoso, así desubjetivo.
Un beso Mario
Franc.
Una lágrima de felicidad corretea por tu mejilla, su cosquilleo dibuja una hermosa sonrisa en tu rostro, presagio de alegría ante el nuevo día.
Biquiños.
Publicar un comentario