Reflexiones (la indiferencia)

>> martes, 11 de septiembre de 2007


¿Te acuerdas
de esas risas estúpidas que salían por cosas banales,
pero que tan felices nos hacían?

¿Recuerdas aquella vez
que no quisiste dejar de abrazarme
hasta que hubo claridad en el cielo?

¿No es cierto que por aquel entonces,
mis besos eran los más dulces
y que era el único alimento que necesitabas?

Y hoy…
¿dónde te fuiste que ya no te siento?
¿por qué me ahoga esta ceguera?
¿por qué se apagaron las velas
que mantenían encendidos nuestros ojos?
¿dónde están tus manos,
que ya ni me rozan y ni tu piel recuerdo?
¿acaso estoy muerto en vida,
que por mucho que grito no me escuchas,
que ni me quedan las sombras de tu recuerdo?
¿Dónde estás?
¿Acaso estuviste?
Si te perdí, es porque antes te tuve.
¿Por qué estoy tan solo?

3 comentarios amigos:

Francisco 12 de septiembre de 2007, 12:52  

No te sientas solo Mario, mejor dicho, puedes sentirte pero no lo estas. Estamos muchas personas que te quieren, cada uno con su distinto registro. Duele el desamor, pero piensa que nadie puede durar en la situación que tan bien plasmas, sería lo ideal, el éxtasis...pero eso nos mataría. Lamentablemente todo tiene fecha de caducidad. Un abrazo Mario

La Caja de Sorpresas de Carmen 12 de septiembre de 2007, 23:17  

Dicen que lo bueno y bello, apenas dura...rompamos esa creencia y hagamos de cada momento el mejor.
Es bueno a veces sentirse solo, para valorar la compañía.
Es bueno estar a solas con la soledad, para dialogar con ella, es nuestra mejor amiga.
Biquiños cielo.

Joseph Seewool 24 de diciembre de 2007, 20:51  

Hola, Mario:

He escogido esta reflexión para leer el día de hoy, y desearte felicidad siempre. Un abrazo.

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