Paredes de cristal

>> miércoles, 23 de septiembre de 2009


Paredes de cristal

donde dejas entrever tus miradas,

aquellas que horadan y me cuentan de tu sed,

del cerbero que te sigue en delirios

y de las noches que pasas en vela

amando a quien nunca te amó

y buscando lo que no te ha de llegar.

Llegan señales que se destruyen en instantes,

antes incluso de aprender a pronunciar tu nombre.



Te llamo y no estás,

vienes y ya me fui.

¿Qué fue de las orillas del río,

donde dejabas tu ropa?

¡Que fría estaba el agua

donde mojabas tus desvergüenzas!



Quise secuestrar por un lustro

los pensamientos que te hostigan,

deseé deshilacharlos para inventarte otra vida.

Pero la vehemencia de ser dios

se frustró con el primer abrazo.

Ahora te miro en silencio,

sabiendo

que no me tienes por dolor,

llorando

por la ausencia de lo soñado.






5 comentarios amigos:

Markesa Merteuil 24 de septiembre de 2009, 11:20  

Ay veces en las que te esquivan hasta los sueños...

Cemanaca 25 de septiembre de 2009, 12:56  

incertidumbre...
falta de sociego...
pero como siempre excelente.

buen finde.

saludos conversos.

capitancaldera 25 de septiembre de 2009, 16:18  

"la vehemencia de ser dios
se frustró con el primer abrazo".Muy guapo, besitos

Anónimo 28 de septiembre de 2009, 17:14  

Quizás a veces echamos de menos lo que hemos perdido cuando tenemos a alguien a nuestro lado, pero si dejamos de observar para tan solo mirar, el río fluye por si solo.

Bss

Mariano de Toledo 10 de octubre de 2009, 0:09  

Mario, cada letra tuya está llena de vida, emoción, desventura y pasión, este poema dice mucho, está cargado de nostalgia, nostalgia que me emociona, definitivamente es bello. Nunca olvides que ninguna idea es muerta porque hasta las ideas muerta están en constante movimiento.

Un beso desde Chile…

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