Caja de madera
>> martes, 26 de enero de 2010
Recuerdos empolvados en una caja de madera
guardada en ese baúl olvidado del fondo de mi memoria.
Temí ya no tener vida
o que se me desprendieran el corazón y el alma,
unidos.
No había nada y
ni siquiera alcanzaba a ver las huellas
que me indicaban el camino para encontrarte.
Saqué la botella
y en su transparencia pegué mis lágrimas.
Encendí una vela para jugar con sus sombras
y me retiré,
lentamente,
como el telón que cae sobre el escenario si termina la función.
Lentamente.
13 comentarios amigos:
Son secretos de muchos, túneles a el interior de cada uno de nosotros, de aquellos que sabemos que trás los muros se esconde la luz. Me engancha.
Luces y sombras
conforman nuestra vida
y aunque la memoria
huye a veces
siempre deja una estela
en el camino.
Un fuerte abrazo
Me gusta la idea de la caja de madera
¿Has leído a José Hierro? creo que te gustaría
Buenisimo Marito, como siempre. La mejor frase:
como el telón que cae sobre el escenario si termina la función.
cuanta verdad.
Te cuento que en seminario de literatura que estoy haciendo en Comillas me pidieron que hiciera un soneto, imaginate! Bueno, te mando un fuerte abrazo desde la helada madrid.
Omar
A mí me gusta que corazón y alma estén separados, porque cuando el alma se aletarga el corazón sigue latiendo, a la espera de que el alma vuelva a la vida.
¿Que sería de nosotros si no hubiese ese telón? ¿si nada tuviera su fin?
Joaquin. Fuerteventura
Empolvados más no olvidados y llenos de experiencias que recordar,
Los malos deven estar....los buenos....Salut por los buenos!!..
Besos de esos mi querido Mario...
Mi adorado Leòlo décía 'Porque sueño no estoy loco'. A lo que deberíamos añadir 'Porque escribimos no llegamos a estar locos'. Seguir es no morir.
Publicar un comentario