Foto Mario M. Relaño
Me quedé sin propuestas para convencerte
y desde aquel día
me sentí mucho más solo.
Dormitaba para intentar soñarte
aunque me repetía que te habías marchado,
lentamente creía
que yo mismo me mentía
y tenía
tu voz que me decía:
- "Guárdame la manta, mi vida,
la manta por si hace frío.
Ábreme la puerta
si llego tarde, cariño,
por si hace frío
guárdame la manta".
Pasan los días y escribo
los sueños que tú me hablas
y yo los leo
y no lo entiendo
porque no estás ni has venido,
porque te pienso
sin tener siquiera
un argumento que retenga
un par de momentos conmigo.
Por eso guardo la manta,
cierro la puerta
aunque hoy haga frío.
© Hisae 2012
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2 comentarios amigos:
Demasiadas veces queremos entenderlo todo. Necesitamos que nuestros sueños se cumplan, sin entender siquiera que si lo hiciesen dejarían de ser nuestros propios sueños. Ya lo escribió Nabokov: “No pienso en lenguajes, sino en imágenes”.
Un fuerte abrazo
Que gusto leerte Grandullòn...que gusto!!!
Besos de esos.....
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