Permíteme que mi verso sea corto,
muy breve y roto,
como antes, pero hoy verso de viejo poeta.
Permite que sienta como me sentí de niño ante el primer poema,
ágil de mente,
resuelto en pensamiento y pueril en sabiduría.
Permíteme que me extrapole con palabras que conoces,
que huelen,
con frases que ornen tu memoria,
que duelan si han de doler y si no,
que sepan a color.
Permíteme que te verse como nunca hizo el poeta,
que me beba la lágrima de la emoción si acaso la causa,
que te tape el frío si te enfría
pues es un verso a mi manera.
Permíteme que hoy me adueñe de tu corazón a ratos,
que le cuente y le detalle lo bello que nace un sentimiento.
Permíteme por una vez coronarme con laurel
como se coronan los poetas.
Escuchar, escuchar es lo que te pido
y después
que me juzgues.
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3 comentarios amigos:
Permitido por siempre, querido Mario. Tu verso, corto, breve, roto... en todo caso necesario.
Un abrazo fuerte.
Yo no quiero tener dones para permitir. Que el verso nazca libre. Muy bonito.
Yo no quiero tener dones para permitir. Que el verso nazca libre. Muy bonito.
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