Ese gran teatro que es la vida
>> miércoles, 19 de marzo de 2008
que vengo aquí a robaros los aplausos.
Mis éxitos son míos,
yo me los trabajo,
no enceléis por mis laureles.
Estoy harto de que caiga el telón
tan pronto empieza el primer acto,
cuando ni la música dio sus primeros acordes.
¿No veis que no soy actor mediocre,
y que mi obra siempre estuvo en lo más alto?
Escuchad el llanto que hoy os lloro,
pobres ignorantes,
son mis lágrimas derramadas una realidad.
Si un día usurpé amores,
lo hice por que eran míos
y antes me fueron quitados.
Yo los maté,
sí,
harto de infidelidades,
de aplausos extintos,
de teatros vacíos.
Hoy soy el gran actor
y esta es mi gran representación.
Estoy vivo
en esta gran comedia de la vida.
10 comentarios amigos:
un gran simil. me ha gustado
Mario, hace tiempo que andaba por visitarte. Hoy llegué hasta tu blog, y me arrepiento no haber venido antes.
Este poema deja planteada una discusión importante, y me deja la incógnita: "¿Qué tan protagonista de mi vida soy?".
Muy lindos escritos. Muchos saludos, Emiliano.
Tan bueno como siempre.
Cuidate.
Genial Mario...en serio, es muy buena.
Me parecía estar viendo un acto de teatro clásico, en el que el actor, recita su poesía.
Un beso. O dos, dulce Mario.
Me gustó mucho Mario. Te mando un abrazo grande y felicitaciones.
Cada día te superas más. Todos los aplausos para tí y para tu buena inspiración.
Un abrazo Mario
Franc.
los amores son de quien los conquiste o de a quien quieran darse en libertad, no pertenecen a nadie
amor
Wuauuuuuuuuuuuuuuuuu, que potente y acertado poema, me llego al mismo tuétano mi querido Mario, de alguna manera siempre me he sentido protagonista de esta vida, con sus regalos y castigos, no importa, siempre tengo el papel protagónico.
Te mando muchos besos, y que feliz me puso leer eso, me siento y te sentí ganador, verdaderamente tomando el timón de la vida con tus propias manos, aunque el mundo se este cayendo o todos digan lo contrario quien se siente protagonista conduce los hilos como quiera.
Desde hoy estaré en dereyamendigo.blogspot.com
Partí de cero, sin pasado ni futuro.
Te quiero mucho…
Bueno, veo que al final subió el ánimo. En esta entrada te veo crecido. Me alegro.
Nos vemos
Pues yo interpreté el texto desde una perspectiva un tanto diferente.
Uno siempre escribe para "uno mismo" a fin de cuentas. Claro que da gusto que lo que escribes sea leído, más aún, comprendido, y la corona es lograr que el otro viva o reviva lo que se expresa.
Aplausos fingidos, felicitaciones lisonjeras, son peor que el peor comentario hecho desde la honestidad y comprensión a los textos redactados.
La vida de la mayoría de los seres humanos es un excelente teatro, y quién escribe, en muchas ocasiones, huye de la convención, siendo el único refugio las letras, así puedan estar aparentemente distorsionadas, o mal acomodadas, es el único refugio en donde no se le pide al que escribe ser como se "debe" ser. Y al encontrarse con elogios infundados se cae en el mismo círculo vicioso de los histriones que fingen entender, y del protagonista que finge ser comprendido: juego nefasto.
Saludos.
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