¿Volverás?
>> jueves, 2 de septiembre de 2010
Me queda tanto por decirte,
que temo contaminarte…
¿Recuerdas aquel momento junto al mar?
Cada uno de tus suspiros
eran tormenta en alma dañada
sabiéndote persona intrusa,
pero amándote
tanto
como aquella ola llegó amar al océano.
Me pediste tiempo hasta mañana
y mi mañana se convirtió en ayer
y en un para siempre.
Desde entonces,
tus ojos ya no me tapan por las noches,
tus palabras se deshacen al salir de la boca
y tus halagos sonaron casi huecos.
Hoy vuelvo a nuestro mar,
para encontrar un ápice de compasión
o acaso palabras varadas en la arena.
Y allí quedaré
observando… la invisibilidad del viento.
No dejes que esto me duela…
4 comentarios amigos:
Seguramente,
aunque tú no lo creas,
no se ha ido jamás.
Ya lo sabes, disfruto leyéndote.
Un fuerte abrazo.
Hola entre sin permiso aca espero pueda quedarme... bella entrada... me gusto tu blog...
Ledeska
Si lo lee, volverá, seguro...
Estoy con Noray, las palabras varadas en la arena no se fueron jamás, lo demás tampoco, ni siquiera tú.
BRAZOS llenos de sal
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