¿Volverás?

>> jueves, 2 de septiembre de 2010


Me queda tanto por decirte,

que temo contaminarte…

¿Recuerdas aquel momento junto al mar?

Cada uno de tus suspiros

eran tormenta en alma dañada

sabiéndote persona intrusa,

pero amándote

tanto

como aquella ola llegó amar al océano.

Me pediste tiempo hasta mañana

y mi mañana se convirtió en ayer

y en un para siempre.



Desde entonces,

tus ojos ya no me tapan por las noches,

tus palabras se deshacen al salir de la boca

y tus halagos sonaron casi huecos.



Hoy vuelvo a nuestro mar,

para encontrar un ápice de compasión

o acaso palabras varadas en la arena.



Y allí quedaré

observando… la invisibilidad del viento.

No dejes que esto me duela…



4 comentarios amigos:

© José A. Socorro-Noray 2 de septiembre de 2010, 23:03  

Seguramente,
aunque tú no lo creas,
no se ha ido jamás.


Ya lo sabes, disfruto leyéndote.


Un fuerte abrazo.

LEDESKA 4 de septiembre de 2010, 15:51  

Hola entre sin permiso aca espero pueda quedarme... bella entrada... me gusto tu blog...

Ledeska

SOMMER 5 de septiembre de 2010, 9:03  

Si lo lee, volverá, seguro...

Condevolney 7 de septiembre de 2010, 17:22  

Estoy con Noray, las palabras varadas en la arena no se fueron jamás, lo demás tampoco, ni siquiera tú.
BRAZOS llenos de sal

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