Fue mentira

>> lunes, 12 de noviembre de 2007

Foto: Javi Meteco

Aminoro la marcha en mi camino,
menguan los atajos hasta tu encuentro,
cual mendigo enmarañado
apostato ya de tenerte conmigo.
Enmienda la mía,
oscuro el cuarto sin lunas,
amparado por el absurdo
titubeo si respiro,
es mi reto llegar a mañana.
Y si marchaste ¿por qué sería?
la rúbrica dejaste de tus besos,
denota disparidad la despedida,
era para siempre,
ahora lo sé, dude antes,
mas duele como el primer día.
Patraña de concordia la nuestra
¡no existía!
tú te fuiste,
quedé mirando,
paraje extenso en tu partida,
sinfín de sangre en tu mentira.

Copyright © Mario M. Relaño–Todos los derechos reservados

5 comentarios amigos:

iluminaciones 13 de noviembre de 2007, 0:01  

Mario.
bellos poemas también los tuyos..
Me alegro que te guste la simplicidad y la concrección del breve poema de Beckett.
te dejo un link:
http://www.barcelonareview.com/26/s_resen.htm

almassueltas 13 de noviembre de 2007, 14:56  

Se marcho dejandote huella...
Lindo poema , triste sentimiento

un besho

Currito 13 de noviembre de 2007, 15:11  

Guau... Me quedé sin palabras... Bella forma para un triste sentimiento. Un beso.

Francisco 13 de noviembre de 2007, 20:24  

Supongo que no marchó quien yo imagino. Bello poema, me intriga su contenido, espero que sea algo pasajero.
Un beso Mario
Franc.

La Caja de Sorpresas de Carmen 13 de noviembre de 2007, 22:37  

Se fue sin decir nada, tal como vino, y dejó esa huella, la huella de la mentira.
Biquiños mi amado.

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