Paranoias

Empuñando mis palabras
y apropiándome de la belleza de un verso,
escribo como un paranoico loco
subido en solitarias peñas
y convertido en ilusionista.
Descubro el atardecer,
compuesto de colores imposibles
de ese cielo antes visto.

Ubico mis lágrimas en una rima,
zurciendo segundos con letras,
letras con horas,
para contarte mis deseos
cuando vengas de nuevo a verme.

Y mientras,
disipo maldades ocultas en mis lecturas,
como cebos de morriñas,
aturdido en el arrabal de los malos sueños.
Pero aún te veo
y amanece,
por tercera o cuarta vez amanece,
por que te veo,
por que te leo,
estás cerca, amigo.