Ceguera
>> jueves, 31 de enero de 2008
como las palabras matan.
Esas palabras eran demasiado peligrosas,
y más en un hombre confiado
que las amaba por encima de todo.
Momento de solaz
aún hoy con tu encuentro,
cegado por la mentira convertida en realidad,
mi mentira,
aunque para mí, en la lejanía,
siga el suave rasgueo de una guitarra.
Tengo el corazón desde entonces mutilado;
aún hoy, me perturbas.
10 comentarios amigos:
Guau, me encanta tu blog y tu poesía. Muchas gracias por pasarte por el mío. Me lo guardo en favoritos!!!!
Las palabras pueden matar, pero también pueden curar.
La belleza puede herir el corazón hasta causar la muerte.
¿Si el arte no sana no es verdadero?
Pues si las palabras pueden ser puñales que se clavan en el alma, más si van acompañadas de realidad.
Al final siempre siempre hallas otras que te sirven de trampolín para poder saltar desde la profundidad del pozo, lo mejor cuando sales y miras a tu alrededor, puedes ver las miradas de aquellos que rezaban plegarias por tí.
Si que es ceguera.
Genial como de costumbre, descriptivo como una fotografía y profundo como un sentimiento.
saludicos.
preciosas palabras aunque encierren mucho dolor.
Un abrazo Mario
FRanc.
A veces tendemos a auto engañarnos con mentiras..... pero es mejor seguir adelante...
Querido Mario, estuve lejos, aun lo estoy, siempre te recuerdo, te siento cerca, al igual que tu, sus acordes y rasgueo de guitarras zumban mi cabeza.
Que difícil es luchar contra el ego desmedido de algunos, mejor dicho imposible.
Ame, y lo hice con locura, fui desmembrado, pero sigo, mi estirpe es de guerrero, de príncipe que no se permite abatir por nada ni nadie, siempre he jugado a ganador.
Eres de mi estirpe, un ganador, un verdadero guerreo, empuña tu sable y parte por la mitad aquel que te daña, solo tú puedes hacerlo, es tu tarea, tu misión, tu deber.
Te envío un gran beso…
Mariano…
Palabras que matan porque el amor es ciego...y yo, al menos de momento, no quiero volver a ver...
Un abrazo, brillante de verdad
La adicción a las palabras es un mal común. Tal vez con voz, muecas, gestos... pierdan parte de su magia, o la cobren sublime.
Tus poemas son como la música de Tom Waits. Desnudos, desgarrados, inspiradores. Sigue así (en cuanto a escribir, no en cuanto a estado anímico, jeje). Besos.
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