Siento esos pasos tras de mí

>> domingo, 27 de enero de 2008


Siento esos pasos tras de mí,
(que sé que son tuyos),
cuando tu sombra choca con mi sombra,
en esta noche clara, fría
y revuelta en silencio.

Siento los pasos que deseo me alcancen
y dejar así de ser
el desventurado hombrecillo
que deambula en la oscuridad de la noche
esperando que le rescate la mañana.

Siento tus pasos como ecos que retumban,
como melodía suave
que procede de algún invisible recodo de la nada,
y giro la cabeza para mirarte,
y no estás,
como siempre, como nunca,
aunque sienta tus pasos tras de mí,
y caigo
como siempre, como nunca,
derrumbado en un verdadero acceso de llanto.

Siento tus pasos tras de mí
cuando al fin decides venir a buscarme.
Creo amarte
pero tal vez sólo deseo saber cuanto cambiaste.

10 comentarios amigos:

Anónimo 27 de enero de 2008, 20:09  

Te echaba de menos, si no estás aqui es como si no existieras, aunque se que existes, pero te conviertes en un no vivo.

Puedes sentir como alguien te sigue en éste texto tuyo. Asi como con la punta de los dedos a punto de tocarse.

Hola amigo.

Francisco 27 de enero de 2008, 20:20  

Me alegra que sientas esos pasos sobre ti, que de nuevo expreses tan bien tus emociones algo entristecidas pero con vitola esperanzadora.
Bienvenidas tus palabras
Bienvenido tu.
Un abrazo de bienvenida
Franc

Unknown 28 de enero de 2008, 2:19  

Hermoso texto...
Eso de ver cuanto cambio o si es amor... nos suele suceder a todos...

Besos

Markesa Merteuil 28 de enero de 2008, 16:48  

A veces el desamor llega no por el cambio, sino porque abrimos los ojos hacia el verdadero yo del otro, que siempre estuvo ahí, sincero, pero que nunca quisimos ver tal cual era. Gírate, mira a los ojos a la persona cuyos pasos te siguen, y haz análisis de conciencia: ¿fuiste o no sincero en tus apreciaciones? ¿cambio o descubrimiento?

PARANOICO ILUSIONISTA 28 de enero de 2008, 20:36  

...sigue escuchando los pasos, girate una y mil veces, tal vez no miras en la dirección adecuada...
Gracias por seguir compartiendo, es un verdadero placer.
Un saludo

David Samayoa 28 de enero de 2008, 21:22  

Los pasos apurados del tacon de aguja... el aroma del perfume en contra del viento... silencio... como una condena perpetua...

saludos
"Del Verso al Labio"
http://davidss79.blogspot.com/

Anónimo 29 de enero de 2008, 12:22  

Hmmm, en mi opinión te has acercado (sobre todo en las estrofas finales) peligrosamente a la lucidez, y ésta, como toda arma, tiene dos filos.
Con una hermosa daga estás cortando la envoltura de la realidad...

Anónimo 29 de enero de 2008, 12:36  

Se te echaba de menos ¡cuánto tiempo!, a ver si hay suerte y esos pasos un día llegan a ti y llegan como quieres que lleguen.

Bienvenido

Currito 29 de enero de 2008, 15:21  

Sientes los pasos detrás de ti, pero nunca te vuelves a comprobar. Quizás esa curiosidad tuya sea lo único que hay tras esa elección. Besos!!

Rosamari 31 de enero de 2008, 16:56  

Me gusta mucho este poema.
Besos con manzanas

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