Reflexiones (el tiempo)

>> miércoles, 16 de enero de 2008


Cuando los minutos corren como segundos pero el día no tiene más de 24 horas,
cuando querías decirle todo aquello que el desvelo de tu noche trabajó hasta el alba, pero al abrir la boca ya se había marchado,
cuando sentado delante de un papel en blanco imaginas la obra de tu vida, pero al escribir la primera letra compruebas que no queda tinta,
cuando al ver como juega con las letras sabes que formará parte de tu vida, pero eres consciente que jamás recibirás un beso ni tan siquiera estrecharás su mano.

Entonces ¿qué es lo que no funciona?

¿Por qué no puedo elegir las horas que tiene mi día o la velocidad del mismo?
¿Por qué no acoplar mis palabras al tiempo para que llegue a escuchar todo aquello que está pendiente de decirse?
¿Dónde están las frases que colectas como perlas durante tu vida y que luego se derriten en tu mente?
¿Por qué el miedo o incapacidad de rimar versos juntos y compartir satisfacciones como si de un Nóbel se tratara?

Es el tiempo lo que falta a mi vida para que sea plena, para intentar conseguir lo inalcanzable, para escribir miles de sueños o para compartir los pedazos del corazón que no utilizo.

14 comentarios amigos:

Francisco 16 de enero de 2008, 21:33  

Casi todo lo que nos ocurre es muy contradictorio. Una hipótesis inconsistente puede llevar legítimamente a una contradicción. Y de una contradicción se sigue válidamente cualquier cosa, según el viejo principio 'Ex falso sequitur quodlibet'. Naturalmente es éste el peligro mortal de las contradicciones, y de la mentira en general, pues como ha podido comprobarse en el pasado, muchos fanáticos no fallan por ser incapaces de razonar correctamente -como se dice a menudo-, sino porque razonan muy bien a partir de mentiras o contradicciones invisibles. Así, no es incongruente aprestarse a eliminar científicamente a una parte de los seres humanos si consideramos como segura la hipótesis de que son animales indeseables o los exceptuamos de la humanidad o pensamos que la humanidad . La contradicción puede llevarnos muy lógicamente a la locura.
Un abrazo Mario

Markesa Merteuil 16 de enero de 2008, 22:54  

La clave de la felicidad es no desear, sino disfrutar únicamente de lo que nos viene dado. O, en todo caso, anhelar aquello factible y rápidamente alcanzable. Algo imposible para las mentes inquietas, para las filántropas, algo imposible.

Druid 17 de enero de 2008, 20:25  

La gestión del tiempo (siempre cambiante, siempre voluble a la percepción) es una asignatura pendiente para todo aquel que tiene "inquietudes"...
A mi los días no me dan para vivir... las semanas se pasan volando...
de todos modos he llegado a la conclusión de que, como con todo, nos acostumbramos a vivir con poco tiempo.

El Vizconde Valmont 17 de enero de 2008, 22:44  

Relaño, poeta, ¿le falta tiempo, o no lo aprovecha bien? Le hago esta cuestión porque las naturalezas perezosas como la mía solemos malgastarlo. Un apunte: Me he liado con algunas frases del principio, se me hacen densas, no diré farragosas. Creo que más directas o trabajadas harían que este escrito suyo ganara enteros. Espero que no le moleste el comentario que le hago con la mejor intención.
Un saludo, poeta.
¡Salud y Tasca!

Unknown 18 de enero de 2008, 1:36  

Me gusta mucho tu texto... Creo que las cosas que escribis en el son las que mas de uno vivimos cotidianamente y que constituyen parte de nuestra angustia existencial... Pero tengamos o no las respuestas hay que seguir y pelearla siempre.

Saludos

Christian 18 de enero de 2008, 3:54  

El tiempo es uno de esos enigmas inexorables. A la vez que es algo aparentemente tan independiente es un poco la manera en que cada sujeto "digiere" la sustancia misma de la vida. Ese discurrir que vuelve todo tan endeble! A dónde va lo que recién era cierto?

elmismocaminorojo 18 de enero de 2008, 13:15  

No se que decir... para mí el tiempo es indiferente, es una larga línea indivisible que me guía hacia adelante; me agarro a ella y sigo sin descanso; y si en este instante no digo "te quiero" sé que tarde o temprano lo diré, por que lo siento, y si en este instante no termino mi frase y las palabras se pierden en el tiempo, sé que tarde o temprano regresarán a mí, que soy su dueño, su amante. Para mí el tiempo es indiferente, por que sé que las cosas están ahí, las palabras, el amor, las contradicciones, las razones..., y nadie me las puede quitar, nisiquiera el tiempo.

un eterno beso que está ahí!!

Currito 18 de enero de 2008, 15:47  

El tiempo es caprichoso. Cuando deseamos que no pase, vuela, y cuando deseamos que se vaya rápido, no termina de llegar... Besos.

LaPeceraDePoe 18 de enero de 2008, 17:39  

Hay horas que parecen dias y dias que parecen segundos...creo que el tiempo es el mismo, pero nuestra forma de percibirlo (anhelos, sentimientos...) es lo que nos hace verlo de distinto modo.

Isa Pe 18 de enero de 2008, 22:47  

Muchas veces me pregunto lo mismo, tantas....Es posible que el por qué se encuentre en esa misma repetición sin sentido, volver a preguntarse lo mismo una y otra vez. Tendría más tiempo si no lo hiciera, pero es posible que dejara de ser yo.

PARANOICO ILUSIONISTA 21 de enero de 2008, 22:17  

El tiempo se detuvo y me dejó preso sin posibilidad de reaccionar. Donde está el tiempo que nos roban?
Un placer regresar, como siempre.
Un saludo

Joseph Seewool 22 de enero de 2008, 0:04  

Hola Mario: voy a enfocar desde otra perspectiva. No es el tiempo el que te falta a tí, sino tú a él. No intentes luchar contra él, no te resistas, se su amigo, su aliado, y entonces el propio tiempo te llevará, te conducirá, suavemente...

Anónimo 22 de enero de 2008, 21:43  

Sólo cuando olvidas al tiempo, sabes que lo estás aprovechando; mientras es como un grano de los que escuecen.

David Samayoa 24 de enero de 2008, 14:29  

"El tiempo no es mas que una coordenada en el espacio..."

(Fisico que de niño era malisimo para las matemáticas: Albert Einstein)

si el no se hizo bolas... creo que podemos aprender algo de ello...


saludos
"Del Verso al Labio"
http://davidss79.blogspot.com

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