A veces ando perdido
en la gran inmensidad de mi propio yo
y despierto en barrios ajenos
donde la calle se llama melancolía.
Intento sobrevolar hacia el mundo de los demás,
tu mundo,
pero mi interior es demasiado extenso
y me pierdo.
Y nuevamente duermo
en el barrio de los sueños
y limpio los restos de la desidia
mientras te observo.
Ya no te pido ayuda,
tan sólo el abrazo robado que nunca me diste.
Si acaso callo
dame por muerto
y olvida
mi última colección de versos.
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3 comentarios amigos:
Precioso y triste,me encanta pasar por aquí
un saludo
¡Qué belleza!
Tu última colección de versos es imposible olvidarla. Es una auténtica delicia.
Un abrazo
PS: El magnífico cuadro de Caillebote muy bien seleccionado para este poema.
Precioso, especialmente el primer movimiento.
David
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